No te engañes, los optimistas viven más
Me confieso: he pecado. He caído en las redes del pesimismo durante los últimos días. Pero he de decir que tengo razones para que me haya pasado esto: he jugado la lotería y no me ha tocado, las fustraciones en el master cada día van a más, algún kilo que otro se ha acomodado en las zonas más vulnerables a la grasa de mi cuerpo...
¡Madre mía! diría alguno.
Menos mal que no he caído en la tentación de la depresión. Mi pesimismo a moldeado mis ideas últimamente así que he decidido recordar la manera de ser feliz.
Aprender a ser felices:
1 comentario:
Y nos conservamos mejor : )
Lamento tus "frustraciones" en el máster.
Esos "kilos" no se te notan (no es que me haya fijado ;D
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