miércoles, 13 de diciembre de 2006

Concebir el altruismo

¿Por qué hay tanta confusión en el campo del altruismo? Las personas actuamos, en ciertas ocasiones, dejándonos llevar por la bondad de nuestro corazón, hacemos cosas por los demás sin esperar que nos den nada a cambio, y, en efecto, a veces no nos lo dan. A esta clase de conducta le llamamos altruismo.
El Diccionario de la Real Academia define altruismo corno «esmero y complacencia en el bien ajeno, aun a costa del propio, y por motivos puramente humanos». En definitiva, el altruismo es una actitud de servicio aceptada y querida de buen grado.
La palabra altruismo fue introducida en el lenguaje científico y filosófico por A. Comte, queriendo oponerla, quizá más nominal y verbalmente que real y sustancialmente, a la idea del egoísmo.
Comte señala como móvil determinante de todos nuestros actos, por encima del interés individual y egoísta, el culto del interés general, y el de la humanidad presente y futura, de este gran ser colectivo «que ahonda sus raíces en las desconocidas profundidades de lo pasado, abraza el presente y penetra en lo insondable e infinito del porvenir». A estas inclinaciones, que tienen por fin el bien de otro, refiere Comte el nombre de Altruismo.
La unidad espiritual entre los hombres de la que parte Compte como justificante del altruismo no cómo un placer individual y egoísta, sino como una doctrina que parte de un conjunto de sentimientos sociales basados en el amor, el orden y el progreso universal de la humanidad, es compartida por una filosofía que parte del propósito de posibilitar el perfeccionamiento de los seres humanos ayudando a los otros a ser felices, el Budismo.
Los budistas se esfuerzan por ayudar a otros en el nivel más básico y esencial de la vida, de aquí que los beneficios que obtiene el que ayuda ocurran en un nivel más profundo y fundamental. Así, en la práctica budista, el altruismo es parte esencial e inseparable de la conducta humana, que partiendo de la compasión, entendida como una actitud mental basada en el deseo de que los demás se liberen de su sufrimiento, resulta indispensable para el desarrollo espiritual de los seres humanos.

¿Qué buscamos al ayudar a los demás?

Entender el altruismo como el deseo desinteresado de ayudar a los demás nos lleva a plantearnos hasta que punto es cierta esta definición. En el budismo el amor fraternal, la tolerancia y la indulgencia se aplican a todos los seres vivos por igual; enseña una conducta de ayuda de orden natural que busca tanto la felicidad individual como la colectiva. Sin embargo, el individuo se puede ver empujado a una conducta egoísta derivada de una errónea percepción del yo, como podría ser el ayudar a los otros buscando una recompensa o quizá una aprobación que le haga sentir satisfecho. Por otro lado, los estudios en psicología social con respecto a la conducta de ayuda vienen a demostrar que las personas tienden a comportarse de manera que esperan lograr lo más agradable para sí mismas, obviando en última instancia, el beneficio que supone su comportamiento para con el otro.
Así nos encontramos con ciertas teorías que nos enseñan la parte hedonista del comportamiento social como lo son la teoría del intercambio social, la teoría de la equidad y la teoría del motivo de justicia.

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