viernes, 15 de diciembre de 2006

El valor y los beneficios de la compasión

Aún cuando hago cosas en beneficio de los demás
No surge ningún sentimiento de asombro o altivez.
Es como alimentarme a mí mismo;
No espero nada a cambio

Shantideva

El Dalai Lama, Tenzin Gyatso, define la compasión como un estado mental que no es violento, no causa daño y no es agresivo. Una actitud mental basada en el deseo de que los demás se liberen de su sufrimiento, asociándola con un sentido de compromiso, de responsabilidad y de respeto hacia los demás.
En la definición de compasión, la palabra tibetana tse-wa representa también un estado mental que implica el deseo de cosas buenas para con uno mismo. Para desarrollar el sentimiento de compasión, puede empezarse por el deseo de liberarse uno mismo del sufrimiento, para luego cultivarlo, incrementarlo y dirigirlo hacia los demás.

Su Santidad aclara que la verdadera compasión no obedece tanto a que tal o cual persona me sea querida como al reconocimiento de que “todos los seres humanos desean, como yo, ser felices y superar el sufrimiento. Sobre la base del reconocimiento de esta igualdad, se desarrolla un sentido de afinidad. Tomando eso como fundamento, se puede sentir compasión por el otro, al margen de considerarlo amigo o enemigo”.
De este modo la compasión se ejerce a partir de la comprensión del sufrimiento. De hecho, la compasión supone por definición, abrirse al sufrimiento del otro, compartirlo. Cuando se ha desarrollado este sentido de la compasión, el ser humano se acerca a los valores universales de paz, humildad y generosidad, desechando los estados interiores negativos que nos conducen a ser infelices.
En años recientes muchos estudios apoyan la conclusión de que el desarrollo de la compasión y el altruismo tienen un efecto positivo sobre nuestra salud física y emocional.
En un conocido experimento, David Mc Clelland, psicólogo de la Universidad de Harvard, mostró a un grupo de estudiantes una película sobre la Madre Teresa trabajando entre los enfermos y los pobres de Calcuta. Los estudiantes declararon que la película había estimulado sus sentimientos de compasión. Más tarde, se analizó la saliva de los estudiantes y se descubrió un incremento en el nivel de inmunoglobulina A, un anticuerpo que ayuda a combatir las infecciones respiratorias. En otro estudio realizado por James House en el Centro de Investigación de la universidad de Michigan, los investigadores descubrieron que realizar trabajos de voluntariado con regularidad, interactuar con los demás en términos dé benevolencia y compasión, aumentaba espectacularmente las expectativas de vida y, probablemente, también la vitalidad general. Muchos investigadores del nuevo campo de la medicina mente-cuerpo han realizado descubrimientos similares y concluido que los estados mentales positivos pueden mejorar nuestra salud física.
Además de los efectos beneficiosos que tiene sobre la salud física, hay pruebas de que la compasión y el cuidado de los demás contribuyen a mantener una buena salud emocional. Abrirse para ayudar a los demás induce una sensación de felicidad y serenidad. En un estudio realizado a lo largo de treinta años con un grupo de graduados de Harvard, el investigador George Vaillant llegó a la conclusión de que un estilo de vida altruista constituye un componente básico de una buena salud mental.
Aunque las pruebas científicas apoyan claramente la postura del Dalai Lama acerca del valor de la compasión, no hay necesidad de acudir a experimentos y encuestas para confirmar la corrección de su punto de vista.

1 comentario:

joshybauer dijo...

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A ver si encuentras información sobre temas como el destino,el primer amor o los fenómenos del deja vi.Por dar ideas,je
Un besazo